Voces en el viento by Jessica Cruz Sasia

Voces en el viento by Jessica Cruz Sasia

autor:Jessica Cruz Sasia
La lengua: eng
Format: epub
editor: Pangrama, Nuevas Voces
publicado: 2018-08-08T00:00:00+00:00


A la mañana siguiente, Sam se levantó temprano y acompañó a Alan, esta vez no hubo ninguna situación incómoda. Regresó a buena hora para que pudiera arreglarse e ir a su entrevista.

Sam llegó a tiempo. Beto la recibió y la guió para indicarle el lugar de la entrevista. El jefe entró al cuarto, se presentó con Sam y cerró la puerta. Beto se despidió de ella con un gesto.

–Bien… Roberto me comentó que eres muy buena tomando fotos. Me enseñó algunas y luego me mandaste tu portafolio. Dime… nosotros somos una empresa de marketing… tu estilo… ¿cómo podría embonar con nosotros?

–Puees… me considero bastante flexible en ese sentido. Me adapto a cualquier tipo de fotografía…de producto, política, bodas, etc. Siempre será mi estilo… pero soy adaptable.

–Bien… si entras con nosotros, estarías trabajando en horario y tiempos definidos. ¿Habría algún problema con eso? Y en algunas situaciones, vas a trabajar en el estudio que tenemos y otras te mandaríamos a que tomes cierto evento.

–No, para nada. Puedo trabajar de ambas formas. Tanto en horarios y oficinas, como por fuera.

–¿Sabes algo de edición para que puedas retocar tus fotografías?

–Sí. En efecto, puedo retocarlas. Incluso tomé un curso de retoque fantástico, por lo que si alguna vez necesitan fotos de zombis modelos yo soy su chica.

–Justo lo que quiera escuchar. ¿Puedes empezar mañana? ¿Te queda bien?

–¿En serio? ¡Por supuesto! ¡Claro que sí!

–Agustina vendrá por ti, y te dirá qué papeles deberás traer mañana. Además, de que te dará un breve tour por la oficina para que no te pierdas mañana. ¿De acuerdo?

–¡Claro que sí! Muchas gracias por la oportunidad.

–No hay de qué. Pero si a alguien debes agradecer es a Roberto. Insistió mucho para que viera tu trabajo. Y ve, aquí estás. Hasta mañana. Y bienvenida.

Sam se sentía soñada, estaba feliz. Ya tenía trabajo gracias a Beto.

Salió del lugar una vez que Agustina le diera toda la información y revisara que Beto ya no estaba en su lugar. Así que se fue caminando hacia la casa de su amigo para darle las gracias y buenas noticias.

Sam apostó a que no se perdería, por lo que se fue caminando. Estaba muy contenta, tanto que no se dio cuenta que tomó un par de calles equivocadas. Pero como dicen que todos los caminos llevan a Roma… y así fue… salió por atrás del departamento de Beto.

Sam escuchó unas voces un tanto conocidas. Era Beto, pero la otra era voz de mujer; se le hacía conocida pero no embonaba de quién. Se quedó parada antes de llegar a la esquina y poder entrar al departamento.

–Ya no puedo; en serio, no puedo. Necesito dejar de verte –dijo la chica.

–Pero, ¿por qué? Yo no quiero dejar de verte. Estamos bien así.

–Sabes perfectamente que estoy por casarme y no me pueden ver contigo. Si seguimos viéndonos, simplemente no podré casarme y echaré todo a perder.

–Echarás todo a perder si te casas. Ya te dije que te cases conmigo.

–Esto es demasiado para mí en estos momentos. Dije que me iría



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.